El robot explorador Spirit se posó en Marte el 4 de junio de 2004 con el fin de llevar a cabo una misión diseñada para durar no más de 3 meses. Luego de cumplir exitosa y rápidamente sus metas científicas principales, el vehículo de exploración continuó trabajando durante casi 6 años más.
En total, Spirit recorrió casi 8 kilómetros, exploró diversos cráteres grandes, escudriñó miles de rocas, rascó capas superficiales de suelo para revelar minerales ocultos, fotografió pequeños remolinos de polvo y atardeceres marcianos, observó las lunas de Marte, y tomó la primera fotografía de la Tierra brillando en el cielo nocturno de otro planeta.
Fotografía de un ataedecer en Marte, tomada por Spirit en el 2005
Sin embargo la NASA no ha sabido nada de Spirit durante más de un año, y después de varios intentos por reestablecer contacto, finalmente el 25 de mayo de este año, la agencia le envió la transmisión final.
Nadie sabe si el vehículo explorador está dañado, o si simplemente está “durmiendo”, pero la mayoría de los ingenieros cree que en este punto la posibilidad de contacto es ya muy remota.
John Callas, director del proyecto de los Vehículos de Exploración Todo Terreno de Marte (Mars Exploration Rover, en inglés) afirma que dentro de los últimos 7 años el recorrido de Spirit ha sido tan extraordinario como el de otras misiones de la NASA, “Pero tal vez sea hora de decirle gracias y adiós”
Entre los descubrimientos científicos más importantes del robot se encuentran: evidencia de antiguos mantiales en ebullición, evidencia de una atmósfera densa y de agua “dulce” y la evidencia de un ciclo activo del agua en marte.
Cabe recalcar que estos descubrimientos fueron posibles gracias a una falla en una de las ruedas de Spirit, lo que lo obligó a arrastrarla, dejando un surco en el suelo, lo que reveló entre otras cosas depósitos de silicio.
¡Gracias Spirit por tus aportes a la ciencia, esperamos volver a saber de ti!
Fuente: NASA
